In una delle mie colazioni a Playa den Bossa mi sono imbattuto in uno dei quotidiani gratuiti dell’isola, che dava come prima notizia uno speciale “A Ibiza si trova la droga al prezzo più basso del paese”. Non male pe compensare i 40-60 euro di ingresso in discoteca, i 7 euro dell’acqua in bottiglia ed i 14 dell’havana cola.
La recente legge che vieta gli after , a mio parere inutile per gli effetti che ha avuto , andava però nel senso di evitare che troppi, troppi giovani, divenissero tossicodipendenti. Ecco la lettera di una madre, apparsa sullo stesso numero:
Leo el artículo de opinión de C.A.T. y quisiiera saber si alguno de esos políticos a los que regalan pases de discoteca ha aceptado el reto yha llamado para decirle que ha devuelto ese regalo que deben despreciar. Quiero añadir a esos políticos que aceptan regalos que yo sí quiero reclamar/es lo que estoy en mi derecho de reclamar, que tengan las manos limpias o que se las limpien porque no podemos más con esto, con esta permisividad de las discotecas, que estamos creando una sociedad de drogadictos. Yo tengo un hijo drogadicto y, como también leí una propuesta similar en otro artículo de CAT que guardo y yo no escribo tan bien no puedo expresarlo igual, pero yo también hago responsables a todos los políticos que permiten que las discotecas se adueñen de la isla, que se unan con quienes permiten las drogas. Ustedes, políticos, tienen buena parte de la culpa de que mi hijo y muchos otros sean drogadictos. Por favor, no lo olviden y devuelvan los regalos con los que los están comprando.
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